Mi pasión desde niña
Siempre supe que quería ser peluquera. Desde pequeña, incluso antes de aprender a hablar, ya me fascinaba este mundo. A los 15 años comencé a formarme y, a los 17, ya había obtenido mi título en una academia de Fuengirola. No vengo de una familia de peluqueros, pero siempre tuve muy claro mi camino. A lo largo de más de 20 años, trabajé en diferentes salones de belleza, aprendiendo y perfeccionándome continuamente. Me he formado constantemente porque siempre he creído que la clave está en ofrecer a mis clientes lo mejor: tratamientos innovadores, técnicas actualizadas y, sobre todo, una atención cercana y personalizada








